¿Cómo se puede saber si se sigue en el siglo XX en lo que respecta a la comunicación deportiva? Muy sencillo: el hecho de que los campeones obedecieron sin inmutarse cuando se les propuso una puesta en escena fotográfica. Esto dio lugar a imágenes más o menos kitsch, pero garantizamos que ambos lados del objetivo se divirtieron. A modo de comparación, en 2022, si un fotógrafo se atreviera a pedirle a Naomi Osaka que posara sin maquillador ni peluquero, seguramente iría directo al palco.
Las hermanas Williams del siglo pasado, sin embargo, no son tan remilgadas, mientras que su condición de estrellas en ciernes les permite hacerse las desentendidas. Por ejemplo, cuando se tomó esta foto, Venus, que entonces tenía 17 años, acababa de ganar el torneo de Key Biscayne contra Anna Kournikova. Se clasificó en el puesto 11 del mundo. Y Serena, que estuvo a punto de ganar en cuartos de final a Martina Hingis, la mejor jugadora del momento, ya estaba en el puesto 40 del ranking. A los 16 años. No está mal, ¿verdad? Pues repitámoslo: cuando a estas dos grandes esperanzas del tenis femenino se les pide que posen con uniformes de bomberos, no sólo lo hacen, sino que lo hacen de buen humor.
El capitán de un parque de bomberos de Miami había preguntado a su padre durante el torneo: "Dime, Richard, ¿podrían tus hijos venir a echarnos una mano? Tenemos muchos incendios en este momento y la gente no es lo suficientemente escrupulosa con los detectores de humo." El padre: "Sí, no hay problema, lo haremos por ti."Y sobre todo, señoras y señores, no se olviden de comprobar las pilas de los detectores de humo de sus casas", dicen los adolescentes, poniéndose el traje y el casco, y transmitiendo espontáneamente el mensaje a la televisión local de Miami, que había acudido para la ocasión."
¿Hizo esta sesión una impresión particular en el joven Williams? ¿Sabes dónde celebró el decimoquinto Grand Slam de su carrera, el US Open 2012? En una estación de bomberos de Nueva York. Una historia real.
Bruno Garay