El rostro de una mujer aparece sobre un fondo negro. Es hermosa, con rasgos finos y delicados. Su piel es de un negro intenso, como el ébano.
Sus ojos son grandes y expresivos, de un marrón intenso. Están llenos de vida y pasión.
Su nariz es pequeña y delicada y sus labios finos y sensuales.
Lleva un pañuelo a rayas blancas y negras. El pañuelo es de seda, suave y vaporoso. Le rodea el cuello, los hombros y la cabeza, dándole un aspecto elegante y sofisticado.
Parece seria y concentrada. Parece estar meditando o sumida en sus pensamientos.
La foto está tomada en blanco y negro, lo que acentúa la belleza de sus rasgos y los contrastes. Es un retrato sorprendentemente bello, que capta la fuerza y la belleza de la mujer negra.