Una fotografía callejera de inspiración tradicional que no se aferra a los códigos actuales de la disciplina - espectaculares pero a menudo repetitivos - sino que trata de reconectar con la cruda modernidad de un Robert Frank o William Klein.
Abandonando la búsqueda del puro esteticismo así como la anécdota humorística, esta primera serie fotográfica nos lleva a las fuentes de la tradición.
Se trata de la fotografía callejera en su forma auténtica: simple y verdadera. Sin escenificación, sin iluminación elegida o segundas oportunidades, las fotos se toman aquí sobre la marcha.
Sin embargo, los estrictos códigos del género, que establecen con fuerza la subjetividad de la mirada fotográfica, se pueden encontrar allí. Aquí, por lo tanto, uno se aparta del fotoperiodismo y su demanda de neutralidad en un intento de establecer otra verdad, que se revela a través del testimonio personal.
Aunque concebida espontáneamente y sin recurrir a ningún artificio, esta obra intenta describir la ambigüedad de nuestras sociedades modernas en las que el humanismo está cediendo gradualmente el paso a la economía, difundiendo la comodidad material al precio de la mercantilización de la relación social y la consiguiente deshumanización.
Esperamos que encuentre un eco en ti.
